Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100371
Legislatura: 1894-1895
Sesión: 12 de Enero de 1895
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 35, 698-700
Tema: Discurso sobre acuñación fraudulenta de monedas de plata

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): En efecto, es grave y de importancia la cuestión que ha tratado el Sr. Favié. Yo siento no poder dar a S. S. en este momento todos los datos que desea S. S. Sé que el Sr. Ministro de Hacienda se ocupa activamente en el asunto y que ha tomado algunas medidas, pero ya sabe S. S. que ciertas medidas exigen reserva mientras dan el resultado apetecido, y por esto me dispensará el Sr. Fabié que no sea más explícito y me limite a decirle que el Sr. Ministro de Hacienda se ocupa del asunto activamente. Cuando esas medidas den su resultado, el Sr. Ministro contestará a S. S. con todos los datos que exige la importancia del asunto.

El Sr. FABIE: Pido la palabra. [698]

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. FABIE: Empiezo por dar las gracias al Sr. Presidente del Consejo de Ministros y al propio tiempo continuaré condoliéndome, en cierto sentido, de sus palabras, porque de ellas parece deducirse que, en efecto, los hechos de que se trata son exactos, y yo abrigaba la esperanza de que iba a recibir una negativa completa y absoluta. De todos modos, y ya que realmente parece que hay algo de cierto, yo me lisonjeo de que no será, ni con mucho, lo que se dice, y por lo mismo que la cosa es tan grave y alarmante, me atrevo a suplicar al Sr. Presidente del Consejo de Ministros que haga lo posible por que cuanto antes se esclarezca este punto y se diga al público la verdad de lo que pasa, porque una vez que ya, aunque en forma vaga, ha tenido esto una confirmación oficial, entiendo que es indispensable disipar en cuanto sea posible esta alarma en el más breve plazo posible.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): No es que yo haya dicho que las noticias que se han publicado sean exactas, pero por si lo son, claro es que no puede el Gobierno menos de tomar en consideración noticias que envuelven tanta gravedad. Por de pronto, yo creo que no son exactas, pero por si lo fueran, el Gobierno ha de prepararse y ha de tomar todas aquellas medidas que sean indispensables en averiguación, primero, de la exactitud de las noticias, y luego, del remedio que convendrá poner.

El Sr. FABIE: Doy gracias al Sr. Presidente del Consejo de Ministros por esas últimas manifestaciones.

El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Marqués de Villamejor tiene la palabra.

El Sr. Marqués de VILLAMEJOR: Creo, señores, que tenemos todos el deber de ayudar al Gobierno siempre que amenaza un perjuicio al país.

Esta mañana he visto en los dos periódicos principales. La Época y El Imparcial, la noticia de que están entrando en España grandes cantidades de duros y los cálculos aproximados que hacen, y como yo me ocupo en el negocio de la plata, tengo los datos necesarios, que pongo a disposición del Gobierno de S. M.

Se  dice que los que hoy están haciendo ese negocio de la acuñación de plata en moneda española ganan un ciento por ciento; y sin ocuparnos de lo que puedan ganar, basta indicar que aquí tengo un parte de Londres en que se dice que la plata está a 27,16 peniques. Esa diferencia puede llegar a perjudicar al Gobierno, al Banco y a todos.

Se me dirá: ¿cómo se va a remediar esto?

En primer lugar, yo no sé si hay órdenes en las Aduanas para que los barcos manifiesten la moneda en metálico que traen; tengo motivos para creer que no. Pues me parece que se podía dar esa orden.

Respecto de las consecuencias de esta situación, el Gobierno sabrá lo que tiene que hacerse, porque el resultado es, que como en los Estados Unidos el plomo que sale es desplatado, no habiendo mineral de plomo no hay plata, y por tanto, no tienen ya interés allí en sostenerla.

Supongo que el Sr. Presidente del Consejo de Ministros estará enterado de lo que pasa hoy en los Estados Unidos y de todo lo que están trabajando allí para poder hacer moneda de plata, aunque el Presidente de la República no lo consiente. La cuestión, por lo tanto, es que allí nadie acuña y por esta razón claro está que la plata va a seguir bajando. Por lo tanto, me parece que es bueno avisarlo, para que con tiempo estemos preparados.

Réstame tan sólo poner a disposición del Sr. Presidente del Consejo de Ministros los datos que tengo aquí, relativos a esta cuestión, por si los quiere examinar. (El orador hace llegar a manos del Sr. Presidente del Consejo de Ministros varios documentos por medio de un ujier.)

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Agradezco, en nombre del Gobierno, los datos que se ha servido facilitarme el Sr. Marqués de Villamejor, pero sin duda por no haber estado presente, o por su falta de oído, ha pasado desapercibido para S. S. el debate que, aunque ligero, hemos sostenido el Sr. Fabié y yo, porque S. S. ha hecho referencia al mismo asunto que ha tratado el señor Fabié.

Su señoría hace depender sus observaciones de las noticias publicadas en los periódicos y a eso precisamente se ha referido el Sr. Fabié.

Por lo demás, claro está que la situación es difícil bajo el punto de vista de la acuñación de la moneda. Sin embargo, padece S. S. una equivocación, porque hay algunos puntos donde los duros se fabrican y acuñan todavía; pero, en fin, ésa es una cuestión que el Gobierno estudiará detenidamente. Sobre todo, lo que importa por ahora es ver, primero, si la noticia dada por los periódicos es cierta, y segundo, caso de ser cierta, buscar el remedio para impedir los abusos a que eso pudiera dar lugar, y para impedir el que pueda ocurrir una falsificación de tanta importancia como la que los periódicos anuncian.

Estamos muy lejos de creer que eso sea cierto, sobre todo en la escala que los periódicos publican, pero de todas suertes, claro es que ésta es una noticia sobre la cual el Gobierno ha de tomar las medidas convenientes.

En efecto, el Sr. Ministro de Hacienda ha empezado sus gestiones, y las proseguirá con las reservas necesarias para que den resultado. Si esto satisface a S. S. me alegraré, y, por de pronto, los datos que S. S. acaba de suministrarme y que le agradezco, servirán de base, no sólo para las medidas que haya que tomar, si esas noticias fueran ciertas, sino también por lo que sea indispensable hacer para la cuestión de la moneda de plata, que es verdaderamente grave en este momento y que lo viene siendo hace tiempo. (El Sr. Fabié: Yo rogaría a S. S. que dijese algo sobre la cuestión de las Aduanas, que es gravísima.) Creo que en las Aduanas se vendrá haciendo ya lo que el Sr. Marqués de Villamejor desea que se verifique en adelante, pero si no se hace, se hará enseguida, porque es justo. (El Sr. Fabié: Debe estar prohibida la importación.) Indudablemente, por eso creo yo que existirán ya esas medidas que se reclaman para en adelante, o que se estarán tomando ahora en las Aduanas, pero si no, se tomarían inmediatamente. (El Sr. Bosch: Yo rogaría al Sr. Presi- [699] dente del Consejo de Ministros que dejara esos datos para que se publicasen en el Diario de las Sesiones.)

El Sr. Marqués de VILLAMEJOR: Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Marqués de VILLAMEJOR: No he hablado esta tarde de la cuestión de Méjico, porque varias veces he estado hablando con mi amigo particular el Sr. Abarzuza respecto a las cuestiones de Puerto Rico, y no he querido referirme a lo de Méjico teniendo en cuenta que él sabe mejor que yo lo que tiene que hacer.

Pero la verdad es que al duro mejicano ha invadido ya a Puerto Rico. Hay además la circunstancia de que la plata que hoy compran en Londres es para China con motivo de la guerra con el Japón, y el día que la plata concluya allí, entonces sí que bajará considerablemente.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Desea algún Sr. Senador que los datos que me ha suministrado el Sr. Marqués de Villamejor sean publicados en el Diario de las Sesiones; pero yo entiendo que no es conveniente esta publicación, porque paréceme que sería un aliciente para los que pensaran especular de esa manera. (El Sr. Fabié: Los que especulan ya saben todo eso.) Sí; pero bueno es que lo sepan porque lo aprendan, no porque se lo digamos nosotros.

No tengo inconveniente en que se publiquen, pero me parece que no conduce a nada el hacerlo. Son cálculos que no conviene que conozcan los especuladores, o por lo menos que les cueste trabajo aprenderlo.



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